“¿Fraude? Desde luego que no?”. La presidenta del comité de Control Presupuestario de la Eurocámara, Monika Hohlmeier, ha sido rotunda en su comparecencia para dar cuentas de los resultados de la misión para analizar la ejecución de los fondos europeos en España. La delegación, según Holhmeier, no ha encontrado fraude ni incumplimientos, si bien sí ha señaló el retraso en la reforma de pensiones. “No tuve la impresión que el gobierno español quiera quedarse de brazos cruzados. Vi al gobierno muy comprometido”, dijo. “No hay perspectiva de cortarle el grifo a España”, zanjó.
Sin embargo, la alemana sí ha demandado más transparencia y una mayor “interoperabilidad” del sistema de datos Coffee con otros sistemas. Hohlmeier ha cuestionado la reforma del delito de malversación —que rebaja el castigo por malversación sin ánimo de lucro—, pero ha admitido que su visita no quiere “inmiscuirse” en “el código español”. “Exigimos tolerancia cero. El Gobierno nos dice que se compromete que así sea. Y veremos qué nos transmite la Comisión Europea, porque no somos el órgano competente de eso”, ha afirmado.
La presidenta del comité de Control Presupuestario de la Eurocámara, Monika Hohlmeier, ha comparecido este mediodía en la sede del Parlamento Europeo en Madrid para dar cuentas del viaje de la delegación que ha estado durante esta semana en la ciudad para hacer un seguimiento al uso que está dando a los fondos del Next Generation EU, del que España puede obtener hasta 140.000 millones de euros, la mitad en subvenciones y la otra mitad en préstamos. De los diez parlamentarios que han llegado a España, siete son españoles, lo cual ha hecho que la comisión cargue con el lastre de la bronca política española.
A pesar del rifirrafe previo entre Hohlmeier y las autoridades españolas, la alemana ha negado que haya habido “ninguna presión” a su trabajo. Una de las grandes cuestiones, el funcionamiento del sistema de control de gasto Coffee, venía ya avalado por la Comisión Europea. &ldqu...
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